El conejo necesita disponer de agua limpia y fresca de manera constante. Para ello, podemos dársela en recipientes, botellones semiautomáticos, sistemas de abastecimiento automáticos, etc.
Estos utensilios deben ser lo suficientemente grandes como para albergar de 0.5 a 1 litro de agua, de manera que no tengamos que rellenarlos más que una vez al día. Los recipientes deberán ser resistentes para que el conejo no los rompan y pesados para que no los vuelque.
Lo más recomendable para dar de beber a nuestro conejo son los botellones semiautomáticos, ya que pueden contener la cantidad perfecta de agua, son higiénicos y al situarse fuera de la jaula el conejo no tiene acceso.
El agua es fundamental para el conejo y si deja de beber es síntoma de que algo no va bien. Debemos limpiar los recipientes con agua caliente y dejarlos secar al sol siempre que sea posible.
Respecto a la dieta del conejo, el alimento debe ser balanceado y se puede comprar en cualquier tienda veterinaria. Si es de buena calidad no necesitará complementarlo con otros.
Colocaremos la comida del conejo en recipientes o tolvas dentro de la jaula o colgadas de la misma. Los hay de diferentes tamaños, formas y materiales.
Los que se sitúan en el interior (de cerámica o plástico) suelen ser menos prácticos, puesto que el conejo puede rascarlos y volcarlos fácilmente. Sin embargo, los metálicos suelen tener alambres para que los podamos colgar dentro de la jaula y, así, el conejo tendrá siempre el alimento a su disposición de manera fácil e higiénica.
Almacenaremos el alimento de nuestro conejo en un lugar limpio y seco, normalmente dentro de la misma bolsa, y no más de tres o cuatro semanas. Si optamos por guardarlo en algún recipiente, deberá ser higienizados cada vez que se renueve el contenido y nos tendremos que asegurar de que el alimento no tiene moho ni polvo cuando se lo vayamos a dar al conejo.
Fuente: www.foyel.com