La dieta del gecko se compone fundamentalmente de insectos como grillos, gusanos grandes o de seda, cucarachas, tenebrios, langostas, mariposas, moscas, termintas, termitas, larvas o saltamontes. Además, deberemos completar su alimentación con frutas como manzana, albaricoque o plátano, nunca cítricos. Añadiremos, también, una dosis de calcio y vitaminas (espolvoreadas en la fruta o insectos cada cuatro o cinco días) y nunca le faltará el agua. Si no tenemos fruta fresca podemos darle a nuestro gecko potitos de bebé. Según explican los expertos, una mezcla que funciona bien es la que consiste en juntar 30 gramos de potito de frutas con un cuarto de cucharadita de complejo polivitamínico en polvo (0,25 cm3 si es en líquido) y otro tanto de calcio en polvo.
La miel también les gusta pero no es del todo recomendable dársela siempre, ya que contiene muchos azúcares y puede provocar obesidad en el gecko. Y un gecko obeso traerá descendencia menos fuerte que llega de mascotas más estilizadas.
Daremos al gecko insectos cada quince días y el agua la cambiaremos todos los días. El tamaño de su alimento no deberá ser más largo que el tamaño de su cabeza y la mitad de ancho. Además, podemos darle alimentos más grandes como crías de ratón, ranas, carnes o pescados.
Algunos geckos como los Phelsuma spp – hembras tienen a los lados del cuello dos sacos endolinfáticos que acumulan depósitos de carbonato cálcico; al tacto podremos saber la reserva de calcio que tienen, calcio que usan para la formación de los huevos.
Por su parte, el gecko diurno no posee defensas contra los parásitos por lo que pueden enfermar gravemente o incluso morir. La única manera de asegurarnos de que los insectos que hemos capturado para ellos en el campo, por ejemplo, no van a ser perjudiciales es congelarlos durante dos semanas como mínimo, aunque puede ocurrir que no quieran comerlos porque les gusta presas “en movimiento”. Si se lo damos vivo haremos que el veterinario vigile sus excrementos para detectar la presencia de posibles parásitos.
Evitaremos dar al gecko diurno gusanos de harina ya que apenas pueden digerir sus exosqueletos quitinosos, y sus acumulaciones les provocan importante trastornos intestinales. Además, los gusanos de la harina son muy grasos, y estas grasas tienden a provocar obesidad en los geckos.