Los gatos se acicalan el dorso y los laterales cuando están desconcertados tras sufrir un ligero trastorno o al sentir que no pueden evitar cierta amenaza. Se trata de un comportamiento que contribuye poco o nada en la calidad del pelo, si no que lo hace como forma de calmar ese estrés que está sufriendo.
En general, este acicalamiento es inofensivo para el animal siempre y cuando no se realice en exceso ante la presencia de un estrés que se alarga en el tiempo, como puede ser con la existencia de demasiados animales en casa, la presencia de perros, problemas familiares de los dueños, una separación del animal de su propietario o una bronca por haber hecho algo como ensuciar fuera de su bandeja o romper algo.
Cuando el acicalamiento se vuelve excesivo provoca la depilación de los laterales del animal, de la base de la cola, del abdomen o de sus extremidades.
A veces ocurre que el dueño sólo aprecia que falta pelo, no que ha sido producido por un lamido excesivo puesto que el gato puede llevar a cabo este proceso cuando está solo en casa, porque cuando están con los dueños se contienen y ocultan el problema. En casos graves el lamido se dará igualmente ante el dueño del animal. Es difícil que el gato llegue a automutilarse por lo que el problema se quedará en la depilación. Clínicamente lo que se aprecia es una alopecia simétrica bilateral en las zonas mencionadas y el excesivo comportamiento de lamido.
El diagnóstico
Para diagnosticar la alopecia psicógena lo primero que hay que hacer es descartar otros motivos, como ectoparásitos, infecciones bacterianas, micóticas o las alergias alimentarias o ambientales.
La terapia para solucionar el problema puede ser de comportamiento, médica o mixta. La de comportamiento consiste en determinar cuál es la causa que llevó a esa conducta obsesiva y tratar de corregirla. La médica, por su parte, puede realizarse a través de tranquilizantes o antidepresivos, medicación que será determinada por el veterinario dependiendo de cada caso concreto. Finalmente, la mixta buscará solucionar el problema de conducta complementándolo con un tratamiento farmacológico.