La artrosis en los perros, como en las personas, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que es progresiva y causa dolor en las mismas. A medida que avanza el proceso se degrada el cartílago que recubre el interior de la articulación e incluso el propio hueso.
La osteoartritis (artrosis) es una enfermedad de evolución progresiva que afecta a un alto número de perros. En estudios realizados en Estados Unidos se calculó una prevalencia del 20% en perros de más de un año de edad y es bastante probable que la incidencia real sea todavía mayor, según explica la veterinaria Silvia Húmera.
No siempre es fácil averiguar si nuestro perro tiene artrosis, ya que en muchas ocasiones simplemente parece que el animal “se ha hecho mayor”. Las primeras señales de alarma proceden de la sintomatología. En la artrosis canina las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad, disminuyendo sustancialmente su calidad de vida. Son, por tanto, el dolor y la cojera los signos más evidentes pero además:
- El animal muestra dificultad para ponerse en pie o para sentarse y tumbarse.
- Se muestra reacio a salir de casa para pasear y cuando lo hace les cuesta seguirnos.
- Pueden perder el apetito, a causa del malestar general.
- El dolor constante hace mella en su carácter y se puede observar nerviosismo, insomnio, irritabilidad e incluso agresividad.
- El veterinario es quien debe diagnosticar finalmente la artrosis, ante cualquier sospecha póngase en contacto con él para que lo confirme.
¿Qué animales están más predispuestos?
La artrosis canina se produce generalmente como consecuencia de un desgaste anormal que sufren los cartílagos articulares con el paso del tiempo a causa de una alteración preexistente (displasia, traumatismos, cirugía articular, sobreesfuerzo articular, etc.).
Por ello, aunque más frecuente en perros de edad avanzada, independientemente de su raza y sexo, la artrosis canina puede darse también a edades más tempranas, con posterioridad a algún traumatismo, o bien en aquellos perros que padecen algún tipo de malformación hereditaria. En todo caso existen factores predisponentes, como la obesidad, debido a una sobrecarga continuada de las articulaciones del animal.
Según describe esta veterinaria a través de Pfizer Salud Animal, se trata de un proceso irreversible para el que no existe curación. Sin embargo, sí que es importante instaurar un programa de control bajo supervisión del veterinario que permita mejorar la calidad de vida del perro enfermo.
Los objetivos de este programa son fundamentalmente:
- Aliviar el dolor y la inflamación. El empleo de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para el control del proceso es clave porque mejora la calidad de vida del perro con artrosis. No obstante el tratamiento de la artrosis realizado en periodos cortos e intermitentes con AINEs de administración diaria cuando se producen los picos de dolor contribuye a la larga a la progresión de la artrosis. Actualmente su veterinario puede prescribirle AINE que se administran una sola vez al mes y que posibilitan el control continuo y a largo plazo del dolor, lo que permitirá a su perro tener una vida más activa y mejor.
- Disminuir la sobrecarga de las articulaciones. Su veterinario le ayudará a reducir y controlar el exceso de peso corporal ya que éste origina sobreesfuerzo en todas las articulaciones del organismo. En algunos perros simplemente corrigiendo el peso corporal, desaparece el dolor y se consigue la normalidad clínica.
- Mantener el máximo grado posible de movilidad en las articulaciones afectadas. Para ello se debe instaurar un programa de ejercicio o movilidad controlada bajo la supervisión de su veterinario. Tenga en cuenta que demasiado ejercicio, o si este no es el apropiado, puede empeorar la situación al incrementar la presión sobre las articulaciones.
Prevención de la artrosis canina
- Alimente adecuadamente a su perro para evitar carencias nutricionales y sobrepeso. Es importante seguir un plan adecuado de alimentación bajo la supervisión de su veterinario. Solo así podrá estar seguro de que la alimentación de su perro es la correcta para su raza, edad y estado fisiológico.
- Ejercicio regular y adecuado a la condición y estado fisiológico de su perro, pues le ayuda a controlar el peso, a evitar la obesidad, a tonificar y aumentar su musculatura y a mantener móviles y sanas sus articulaciones. Su veterinario le ayudará a instaurar el programa de ejercicio más adecuado a la raza, tamaño y edad de su perro.
- Cumpla con las revisiones rutinarias establecidas por su veterinario. Él, mejor que nadie, le ayudará a prevenir o instaurar, si la artrosis ya está presente, un Programa integral personalizado de control de la artrosis canina.
No olvide que…
- Los perros con sobrepeso, independientemente de su tamaño, corren un gran riesgo de padecer artrosis. Una alimentación sana, equilibrada y acorde con el estado y condición de su perro son necesarias para controlar la evolución de la artrosis.
- El ejercicio suave y regular favorecerá el control del peso y mantendrá la movilidad de las articulaciones.
- El alivio del dolor es clave para mejorar la calidad de vida de su mascota y evitar la progresión de la enfermedad.