A veces ocurre que en nuestro acuario de agua dulce aparecen de repente caracoles que invaden la superficie y arrasan con las plantas que tenemos instaladas, algo que es bastante peligroso ya que éstas son imprescindibles para calibrar el nitrógeno necesario para mantener en buenas condiciones el agua y dar oxígeno a nuestros peces. Debemos, por tanto, proteger las plantas porque dan la dosis adecuada de CO2 al acuario.
Muchos de estos caracoles que aparecen en el acuario no son dañinos, al contrario, son positivos para mantenerlo en buen estado, por lo que primero deberemos identificar los malos de los buenos para no eliminar los que no debemos.
Las primeras señales que podrían indicarnos que estamos ante caracoles malignos son la aparición de agujeros en las plantas. Además, deberemos fijarnos en la concha del caracol para saber si es malo o no. Podemos observar dos tipos de caracoles que se deben eliminar cuanto antes. Uno de ellos es negro con la concha ovalada y se llama Lymnea stagnalis. Es uno de los más peligrosos porque devora muy rápidamente las plantas y se reproduce también a gran velocidadOtro caracol que podemos encontrar en nuestro acuario y que deberemos quitar es uno que tienen conche en espiral, denominado Caracol malasio o Caracol trompeta. Si tenemos muchos no es malo, al revés, los podemos dejar porque eliminan los restos de comida y las algas y limpian el substrato y dan movimiento al agua. Son malos cuando aparecen de forma masiva porque se alimentarán de las plantas y por el día se enterrarán en la tierra y no los podremos localizar.
Si queremos tener caracoles “buenos” en el acuario podemos optar por la familia Apullaridae, el Tropidiscus planorbis, con concha roja oscura, pacífico y beneficios para mantener el acuario porque come desechos y detritus; el Pomacea Bridgesii, come algas y limpia el agua; o el Camarón fantasma (Natantia gen sp.).
Para acabar con la plagas de caracoles en el acuario no hace falta eliminarlos todos, si se dejan unos pocos pueden ser buenos para el entorno, los muertos sí hay que quitarlos porque contaminan el agua.
Una solución puede ser hacerse con un pez que se alimente de invertebrados marinos, que coma huevos de moluscos y respete las plantas. Otro método es meter en la tierra del acuario una hoja de lechuga para atraer a los caracoles hasta ella o cubrir con una masa gelatinosa las hojas de las plantas donde depositan los huevos.