Los conejos, para sobrevivir, tienen que madurar sexualmente muy pronto y criar con frecuencia, dado que son animales de presa y están casi al principio de la cadena alimentaria. Sus instintos son muy fuertes.
Según explican desde la Asociación Nacional de Amigos del Conejo, puede suceder que de un día para otro un conejo educado y cariñoso alcanza la “pubertad” y se vuelve difícil de manejar. Muestra interés por tus tobillos, corre en círculos… y puede empezar a gruñir, morder y montar todo lo que encuentre: tus manos, tus pies, juguetes, otras mascotas…
Cambios en el comportamiento del conejo
El conejo alcanza su madurez sexual a los tres o cuatro meses en razas pequeñas y hasta entre ocho y nueve en grandes. Cuando llega este momento, las hormonas son las que dirigen este comportamiento. Hay algunos comportamientos de “cortejo” (el conejo te presta mayor atención, te sigue, corre en círculos alrededor de tus pies…) que pueden resultarte halagadores, pero se darán otros cambios que no serán tan “bonitos” y pueden llegar a modificar tu relación con tu mascota. Aquí algunos ejemplos:
- El conejo puede comenzar a orinar en aspersión para marcar territorio. También lo hacen las hembras. Si has sido objeto de las atenciones de tu conejo, y éste te ha marcado con orina… sabrás que no es un regalo demasiado agradable. Además, los niveles altos de hormonas hacen que el olor de la orina sea mucho más fuerte.
- Puede dejar de utilizar de forma repentina la bandeja para hacer sus necesidades aun cuando esté educado para ello. De repente tienen una gran necesidad de marcar su territorio y lo harán con su orina en aspersión con más cosas…
- Puede volverse agresivo y las hembras pueden ser demasiado protectoras en su jaula, y comenzar a arañar, gruñir o incluso morder. El conejo no soportará que invadas su espacio ni siquiera para darle de comer.
- Con el celo se intensifican comportamientos como cavar o morder cosas.
- El conejo mostrará un imparable interés por montar todo lo que se encuentre, algo que sucede especialmente con los machos no castrados, aunque las hembras también montan cuando están en celo.
- El conejo intentará “cortejarnos” porque somos como un conejo más para él. Emitirá zumbidos, correrá en círculos alrededor de nosotros…
- Los conejos que vivían en pareja (independientemente del sexo) pueden empezar a pelearse para crear una jerarquía y dar cuenta de su poder. Estos cambios hormonales pueden afectar a las relaciones entre conejos o también a la llegada de un compañero nuevo. Los conejos esterilizados son mucho más sociables y tolerantes con otros de su especie.
- Lo cierto es que cada conejo es diferente y existen conejos enteros con comportamiento muy bueno a pesar de las hormonas, otros tienen celos poco agresivos y no marcan el territorio… y los ha esterilizados que siguen teniendo mal carácter después de la operación la operación. No obstante, está comprobado que la castración reduce, y en ocasiones los elimina del todo, los efectos más negativos asociados a la madurez sexual del conejo.