El Chin japonés es un perro de tamaño pequeño, muy activo y que le gusta estar al aire libre, aunque se adapta a la perfección a la vida en el hogar. Es elegante, amable, dulce, cariñoso y se relaciona muy bien con otros perros y con las personas. Se trata de un perro muy longevo, ya que su esperanza de vida puede alargarse hasta los 18 años.
El Chin japonés precisa de un cepillado regular de su pelo, porque lo tiene largo y así lo mantendremos sano y limpio y evitaremos la aparición de bolas e irritaciones en la piel. También deberemos estar atentos a sus oídos y los limpiaremos de excesos de cera y pelo, así como de sus ojos, evitando que se haga rasguños o le entren cuerpos extraños.
El Chin japonés tiene los huesos algo débiles por lo que son frecuentes las fracturas. Además, en algunos de avanzada edad aparecen problemas de disco vertebral.
El Chin japonés se cría para se exclusivamente perro de compañía, por lo que si está siempre en el exterior no será feliz. Tampoco acepta bien la soledad, y aunque necesita cierta independencia, no le gusta estar solo en casa. No acepta bien una disciplina estricta pero es fácil de adiestrar. El Chin japonés se lleva bien con la gente y es de fácil socialización.
El Chin japonés es listo y le gusta aprender cosas nuevas, aunque no hagan deporte como tal, sí les gusta aprender trucos, responden bien al adiestramiento positivo. Son pequeños y tranquilos por lo que no presentan problemas de comportamiento. No obstante, sí pueden llegar a establecer hábitos destructivos o ansiedad por separación si los dejamos mucho tiempo sin compañía.