La alimentación de tu mascota es un punto fundamental para el cuidado de su salud y su adecuado crecimiento y desarrollo. Ayuda, si se hace bien, a prevenir enfermedades y a que tenga una vida lo más sana posible, por eso es importante darle lo que el animal necesita durante cada etapa de su vida.
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Hoy vamos a centrarnos en el pienso para perros, un alimento seco que cubre las necesidades fisiológicas y nutricionales del animal para que esté adecuadamente alimentado y reciba los nutrientes necesarios en cada momento. A continuación te dejamos con unos consejos que te ayudarán a elegir el que más le conviene a tu mascota.
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- El ingrediente principal del pienso debería ser el pescado o la carne, y debe especificarse qué tipo de carne es y si es un producto fresco o deshidratado.
- Si el pienso tiene distintas variedades de carne o pescado, por ejemplo carne fresca de cordero, ternera o pollo; mejor calidad tendrá y más equilibrado será el alimento. También será bueno aquel que tenga fruta, verdura, cebada o algún suplemento como la condroitina.
- Un pienso de calidad no debería tener conservantes químicos ni subproductos. Es importante que tengas en cuenta la presencia de maíz u otros cereales como el trigo, ya que no son fácilmente digeridos por el animal. El arroz sí es bienvenido.
- Cuando vayas a comprar tu pienso, comprueba si se indica en el producto que los ingredientes que se han empleado pueden ser consumidos por las personas en origen. Esto quiere decir que serán de calidad y que han pasado con nota los controles pertinentes.
- Si el alimento es horneado será de mejor calidad que si ha sido extrusionado, ya que esto significa que las propiedades del alimento habrán quedado reducidas y que la croqueta de pienso tendrá más aire que sustancia para el animal.
- Que tenga un elevado porcentaje de proteínas no quiere decir que ese alimento sea de mejor calidad que otro que tenga un nivel más bajo, ni tenerlo bajo hace necesariamente malo al producto. Lo importante es que esa proteína sea de una fuente natural, como de pollo o cordero, por ejemplo.
- Las necesidades de proteínas que tiene el animal van a depender de su raza y de la etapa de desarrollo en la que se encuentren. En general, y como media, es aconsejable un 25-30% para un cachorro de raza grande, 26% para perro adulto, y 30-35% para perros muy activos y para perras gestantes o en lactación.
- Es importante saber interpretar las etiquetas. Los ingredientes del pienso aparecen en orden según la cantidad que hay de cada uno. Por ejemplo, cordero y pollo se digieren muy bien y si están en primer lugar (u otra proteína de origen animal) se trata de una fuente de proteína animal y un pienso de buena calidad. Si en primer lugar aparece un subproducto será de menor digestibilidad y calidad, y si figura como harina de carne y huesos la proteína es de bajo valor biológico y el alimento será difícilmente digerible.
- Debes comparar precios en función de los ingredientes que tenga. Si son de calidad casi seguro que el precio va a aumentar. Un pienso barato, si tiene malos ingredientes, no será bien digerido por tu mascota, pero también hay piensos que invierten menos en publicidad o marketing pero que mantienen la calidad a un precio más económico.
- El sabor del alimento también se debe tener en cuenta en la decisión. Aquí le toca elegir a tu mascota; puedes probar a darle diferentes piensos seleccionados por ti en función de los criterios anteriormente descritos y comprobar si hay alguno que no le gusta nada o alguno que le gusta muchísimo.