Los cachorros, al nacer, lo primero que buscarán será mamar y por eso querrán estar muy cerca de la madre para mantener el calor y dormir más seguros. En este periodo la actividad es escasa y la madre estará siempre lamiéndolos para conservarlos secos.
Durante los primeros días lo más importante es vigilar que los recién nacidos mamen y que la madre realice paseos para favorecer la secreción de leche y activar las funciones intestinales. Los cachorros tomarán de su madre un líquido lechoso durante los tres primeros días, un líquido que transmite a los pequeños los anticuerpos de la madre para que su organismo reaccione ante elementos extraños con su propio inmunológico. Las tomas se irán espaciando hasta el destete a las ocho semanas.
En estos primeros días, además de esta vigilancia para que todos vayan mamando, hay que mantenerlos secos y calientes, si hace frío, o más frescos si hace más calor, y estar pendiente de que ninguno quede atrapado debajo de la madre.
Las atenciones principales deben dedicarse a la madre, para que coma bien en cuanto a cantidad y calidad, agregando en su plato algún complejo con calcio, que deberá ser suministrado bajo indicación del veterinario.