La enfermedad de las garrapatas o ehrlichiosis canina se transmite a nuestro perro por la picadura de una garrapata. Es bastante frecuente en la costa mediterránea y desde el Centre Veterinari Bitxos quieren informar a los propietarios de perros sobre esta enfermedad.
Es una enfermedad producida por un parásito de la familia de las rickettsias denominado ehrlichia, que puede afectar a diversas partes del organismo y se transmite mediante la picadura de la garrapata y también por una transfusión de sangre de un animal enfermo. Los perros pueden verse afectados por dos tipos de ehrlichia que pueden afectar a distintas células sanguíneas, aunque las más afectadas suelen ser las plaquetas, produciendo un fallo en la coagulación del perro. Desde que se infectan hasta que se manifiestan los primeros síntomas pueden transcurrir entre 8 y 21 días.
La ehrlichiosis presenta una fase inicial, o aguda, que puede durar entre 4 y 6 semanas, en la que se puede observar adelgazamiento, anorexia parcial, fiebre intermitente, decaimiento, secreción ocular y/o nasal, algún síntoma respiratorio, aumento variable de los ganglios linfáticos, presencia de hemorragias en la piel, dolor y sangrado nasal ocasional.
Puede haber también una forma más leve, que no presente fase aguda y da lugar a un cuadro de depresión, adelgazamiento, hemorragias, petequias, sangrado nasal, debilidad, cojeras, fiebre, dolor articular, distensión y dolor abdominal por aumento del bazo, edema escrotal, etc. durante periodos más o menos largos de tiempo.
Aunque el perro esté aparentemente sano, puede tener ehrlichiosis. Algunos animales desarrollan una infección subclínica, es decir, no manifiestan casi síntomas clínicos; el proceso puede durar meses o incluso años, hasta el momento en que el estrés, otra enfermedad o algún tipo de medicación que disminuya la inmunidad permitan que se manifieste de forma súbita, y generalmente grave.
El diagnóstico se realiza por los síntomas clínicos y la realización de análisis de sangre; se debe realizar un hemograma, donde puede detectarse anemia, disminución de glóbulos blancos y/o plaquetas, y una serología, que detecta la presencia en sangre de anticuerpos contra la ehrlichia. En ocasiones puede ser necesario realizar una aspiración de médula ósea.
La ehrlichiosis tiene un tratamiento que puede aplicarse en cualquier fase de la enfermedad, y normalmente se consigue la curación, salvo los casos que llegan en estado terminal o ya irreversible. El hecho de haber pasado la enfermedad no garantiza la inmunidad de por vida. Cuanto antes se detecte y más rápidamente se aplique el tratamiento, más rápida es la curación y menos complicaciones secundarias se producen. Según la fase en que se detecte la enfermedad, el tratamiento puede ser más o menos largo.
La prevención de la ehrlichiosis se realiza mediante el control estricto de las infestaciones por garrapatas, ya que una sola garrapata infectada puede desarrollar la enfermedad. No existen vacunas contra la enfermedad.