La esterilización de los perros

Esterilizar a nuestro animal supone para él una vida mejor evitando fluctuaciones hormonales.

Cuando esterilizamos a nuestro animal de compañía le proporcionamos una vida mejor, ya que evitamos las fluctuaciones hormonales típicas del celo, la ansiedad de la búsqueda de pareja, la competencia con otros animales por cuestiones de dominancia y territorialidad…

Esterilizar a nuestro animal aumenta su esperanza de vida: con la esterilización evitamos posibles enfermedades reduciendo la incidencia de tumores. En las hembras previene las infecciones en el útero y quistes en el ovario; y en los machos problemas de próstata y otras enfermedades.

Esterilizar a nuestro animal nos proporciona mayor seguridad e higiene en casa: en los machos, con una sencilla operación reduces el marcaje con orina; en las hembras además, eliminas la posibilidad de manchas ocasionada por el celo.

Al esterilizar a nuestra hembra evitamos sustos si se escapa o entra un perro en casa. La esterilización como prevención del abandono, es una recomendación humanitaria y moderna. El sacrificio de los animales abandonados nos entristece a todos.

Al esterilizar a nuestro perro, evitamos fugas, peleas, y la posibilidad de que pueda dejar a una hembra preñada. Los nacimientos indeseados y los animales abandonados son responsabilidad de todos los que convivimos con animales. Al igual que con la educación sexual de nuestros hijos no pensamos “si su novia se queda embarazada, es problema de ella y de sus padres”, con nuestros animales no podemos pensar que un embarazo no deseado es problema de la hembra únicamente.

¿En qué consiste la esterilización de los perros?

Llamamos esterilización al proceso quirúrgico por el cual nuestro animal pierde la capacidad de reproducirse. Todas las cirugías se realizan bajo anestesia general y deben ser llevadas a cabo en un quirófano preparado con medios suficientes para garantizar la esterilidad de la cirugía y la posibilidad de reacción en caso de complicaciones.

Se puede realizar de diferentes maneras, como son:

  • Castración o orquidectomía: es la extirpación de los testículos del perro. Cuando se realiza esta operación, el animal no sólo pierde la capacidad de reproducirse sino que también deja de producir hormonas masculinas como la testosterona, que se producen en los testículos. La desaparición de estas hormonas ayuda en gran medida a controlar el comportamiento agresivo y dominante del perro, siendo de gran utilidad para controlar conductas indeseadas como marcaje por orina, escapadas, peleas, territorialidad… Es la cirugía más recomendada para casi todos los casos.
  • Vasectomía: consiste en cortar los conductos que conducen los espermatozoides desde los testículos hasta el pene, evitando que el animal pueda reproducirse pero sin eliminar el comportamiento de monta, la agresividad, la territorialidad, el instinto de escaparse… porque el animal conserva las hormonas. Esta cirugía es la más indicada en el caso de que tengamos un perro de guarda que conviva con hembras, ya que mantendrá el instinto de defensa del territorio pero no podrá dejar embarazadas a las hembras.
  • Ovariohisterectomía: es la extirpación de los ovarios y el útero de la perra. De esta manera la perra pierde la capacidad para reproducirse y deja de producir hormonas femeninas que son las que producen el celo, y en la mayoría de los casos, son las que provocan los tumores de mama, quistes de ovarios, tumores de útero… También son las que producen los embarazos psicológicos y otros problemas metabólicos de la perra.
  • Ovariectomía: es la extirpación quirúrgica de los ovarios de la perra, dejando el útero íntegro. Debido a los problemas que pueden surgir después en el útero (infecciones, tumores), esta técnica está en desuso.
  • Histerectomía: es la extirpación quirúrgica del útero, dejando los ovarios íntegros. Es lo más parecido a la ligadura de trompas que se hace en las mujeres. Debido a los problemas relacionados con las hormonas, que siguen produciéndose, y con los ovarios, que siguen activos, esta cirugía no se recomienda en perras.

¿Cómo se realiza la castración del perro?

La cirugía de castración es una cirugía muy común y bastante sencilla. Para realizar esta cirugía no es necesario que el animal quede hospitalizado, ya que la recuperación es muy rápida y el riesgo de complicaciones es mínimo. En condiciones normales, nuestro perro se irá a casa con una incisión de unos 5 cm (dependiendo del tamaño del animal) en la base del pene. Llevará puntos, normalmente internos (dentro de la piel) para que el animal no se los toque y le molesten menos, y evitar en muchos casos que tengan que llevar un collar isabelino o campana para que no se rasquen, con lo incómodos que son para los perros.

Tras la cirugía se realiza un examen postquirúrgico y otro a los 10 días de la cirugía, para comprobar la cicatrización de la incisión quirúrgica y el estado del animal. Se suele dar medicación para casa durante 5-10 días, para evitar el dolor y las infecciones.

¿Cómo se realiza la esterilización de la perra?

La ovariohisterectomía es una cirugía muy común también pero algo más complicada porque requiere la entrada en cavidad abdominal. Para ello, se realiza una incisión en la línea media del abdomen de la perra de 10-15 cm (según el tamaño de la perra) por la cual se accede a los ovarios y el útero para extirparlos.

En condiciones normales no es necesaria la hospitalización posterior del animal y esa misma noche puede dormir en casa. Al día siguiente de la cirugía se realiza una revisión para comprobar el aspecto de la incisión y el estado general de la perra, y de nuevo se revisa en 10 días para quitar los puntos si es necesario (si no son internos) y para comprobar el estado del animal.

Verdades y mentiras respecto a la esterilización de los perros

Desde el Centro Veterinario Bitxos nos dan estas pautas sobre la esterilización de los perros.

  • Las hembras deben criar al menos una vez en su vida: falso. No es cierto que las hembras deban tener como mínimo un parto. No hay ninguna razón médica que justifique que esto sea así. Al contrario, pasar un embarazo, un parto y el periodo de cría, aumenta las posibilidades de complicaciones para la salud de la perra y de futuros problemas.
  • Cuando esterilizas a tu perro, se vuelve aburrido y dormilón, y no querrá jugar: falso. Es falso que los perros y los gatos pierdan vitalidad, inteligencia o ganas de jugar si los esterilizamos. El carácter de nuestro perro será el mismo si seguimos estimulándolo para hacer ejercicio y jugar. Si es posible que en casa el animal se muestre más tranquilo, lo cual es una ventaja para su educación. Además la esterilización suele coincidir en el tiempo con la madurez de nuestro animal, pasando de tener un cachorro a tener un perro adulto más tranquilo y equilibrado.
  • Cuando esterilizas a tu perro se hace menos agresivo: cierto. Al eliminar la producción de hormonas sexuales, los perros reducen la agresividad hacia otros perros y hacia personas por problemas de dominancia o territorialidad.
  • Los animales esterilizados engordan: cierto. Es cierto que la esterilización puede hacer que ganen peso, pero no es debido a una reducción de la actividad diaria, sino a una disminución del metabolismo reproductivo. Esta ganancia de peso puede ser fácilmente controlada con alimento bajo en calorías (pienso light) y manteniendo la actividad del animal.

 

Fuente: Centro Veterinario Bitxos.

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