Fisioterapia en animales de compañía

La colaboración entre propietario y fisioterapeuta es fundamental.

Un gato persa que se rompe una pata al caer de un tercer piso. Un cocker gordito. Una perra Pastor Alemán de doce años con dolores por displasia de cadera. Un perro salchicha que está paralizado por una hernia discal. Todos estos pacientes tienen en común que se podrían beneficiar de unas sesiones de rehabilitación y fisioterapia. Los expertos de www.veterinario-vetersalud.com nos dan estas serie de pautas y consejos sobre la rehabilitación y fisioterapia.

¿En qué consiste exactamente la rehabilitación?

El principal objetivo de la rehabilitación y fisioterapia en perros y gatos es que puedan recuperar al máximo y cuanto antes la actividad normal.

Hace ya unos cuantos años, cuando un perro se operaba de una fractura, se recomendaba que hiciera reposo absoluto. Muchos veterinarios de entonces defendían esta teoría: “Es muy importante que Boby esté muy quieto para que su hueso suelde bien. Si es necesario, le quitaremos los analgésicos. Así, si le duele un poco, no se moverá”.

Afortunadamente, los tiempos han cambiado. Ahora sabemos mucho más sobre el dolor y la recuperación de los tejidos y podemos afirmar que “lo que no se mueve, se pierde”.

Si un paciente pasa muchos días sin ejercitar sus músculos, sin ponerse de pie, sin mover las articulaciones, cuando quiera hacerlo puede ser demasiado tarde. Sus músculos se habrán atrofiado, perdiendo masa muscular. Sus articulaciones se habrán anquilosado, no podrá doblarlas ni extenderlas. Habrá perdido cartílago articular. Incluso, en el caso de las fracturas, sabemos que es fundamental para una buena osificación (para una buena cicatrización) que el paciente se mueva.

¿Quiere esto decir que debemos dejar que corran libremente después de una cirugía? ¿Debo obligar a mi perro artrósico a que camine cuanto más mejor? Rotundamente no.

Aquí vamos a explicar algunas de las técnicas o procedimientos que usa el veterinario fisioterapeuta para ayudar a nuestras mascotas a reintroducir paulatinamente el ejercicio y la actividad normal.

¿Qué beneficios podemos esperar de la fisioterapia?

  • Mejorar la cicatrización de tejidos
  • Disminuir el dolor y la inflamación
  • Recuperar la movilidad de las articulaciones
  • Recuperar la fuerza muscular
  • Bajar de peso
  • Mejorar la función neurológica

¿Qué es lo primero que tengo que hacer si sospecho que mi mascota necesita rehabilitación?

Lo primero que hay que hacer es diagnosticar el problema. Una vez que sabemos exactamente qué le pasa a nuestra mascota, el veterinario fisioterapeuta la evaluará en profundidad.

Primero realizará una historia clínica completa: todas esas preguntas que nos ayudan a hacer un dibujo exacto de la situación del paciente: ¿desde cuándo cojea? ¿Ha dejado de comer? ¿Es capaz de subir al coche?

Después mirará cómo es la marcha y explorará las articulaciones. También observará al paciente parado, de pie, ya que esto aporta mucha información: ¿Carga peso en las cuatro patas? ¿Desvía la columna? ¿Tiene atrofiada la musculatura de alguna de ellas?

Una vez bien evaluado el paciente, pasará a diseñar un plan de rehabilitación personalizado para él. Establecerá unos objetivos e intentará alcanzarlos fijando pequeñas metas cada vez un poco más exigentes.

En cada caso, las necesidades de frecuencia de sesiones o duración del tratamiento variarán. En general, se establecen dos o tres sesiones semanales y se diseña una tabla de ejercicios para que los propietarios los puedan realizar en casa.

¿En qué consiste una sesión de rehabilitación habitual?

Durante una sesión de rehabilitación se aplican diferentes técnicas. Éstas son algunas de las más comunes:

Termoterapia-Aplicación de calor
Al empezar la sesión, conviene aplicar calor en la zona a tratar porque vamos a conseguir relajar la musculatura y producir un efecto sedante. Además, conseguimos que los tejidos sean más elásticos y los podremos trabajar mejor.

Masajes
Los masajes ayudan a relajar, a drenar sustancias tóxicas, a liberar adherencias, a estimular la cicatrización, a recuperar músculos contracturados. Es crucial que el masaje se realice en una sala con poco ruido y poca luz. Hay muchos tipos de masajes distintos y cada uno tiene sus beneficios.

Electroestimulación
Por medio de descargas eléctricas muy suaves aplicadas a través de unos electrodos vamos a conseguir analgesia: adormecer las vías nerviosas y quitar el dolor. De esta forma los pacientes van a colaborar mejor en los ejercicios y se van a recuperar antes. No es cierto que, por medio de la electroestimulación, vayamos a aumentar la masa muscular (como se nos muestra en algunos anuncios de la televisión).

Ejercicios pasivos (cinesiterapia pasiva)
El fisioterapeuta realizará una serie de movimientos repetidos con cada extremidad para conseguir ir aumentando el rango de movilidad articular y el tono muscular.
Una vez que el paciente se vaya recuperando, ya puede pasar a la realización de ejercicios activos, donde mejorará el estado del cartílago articular, aumentará la masa muscular y mejorará su capacidad cardiorrespiratoria.

Ejercicios activos
Hay una gran variedad de ellos y hay que conocerlos muy bien, ya que cada uno va a estimular un grupo muscular o una determinada función corporal.

Vamos a ver solamente algunos ejemplos:

Sentadillas
Consiste en hacer que el paciente se siente y se levante varias veces. Conseguimos así desarrollar los cuádriceps y los glúteos. Es un ejercicio muy bueno para los pacientes con displasia porque requiere poca extensión de la cadera, que es lo que más les duele a estos pacientes. Por eso, este ejercicio lo suelen tolerar bien.

Cavalletti
El paciente tiene que pasar por encima de una serie de vallas, como los caballos de saltos. Con este ejercicio vamos a reeducar la función neurológica. Los Teckel, muy propensos a las hernias de disco, deben realizarlo para conseguir que sus patas posteriores vuelvan a recuperar la movilidad.

Conos
Al hacer andar al paciente en zig-zag bordeando una fila de conos, conseguimos trabajar distintos grupos musculares y que se vaya alternando la carga en un lado del cuerpo y en el otro.

Tabla de Bowman
Colocamos al paciente sobre una superficie inestable para trabajar el equilibrio. Esto mejora el tono y la fuerza muscular y estimula las fibras nerviosas de las extremidades.

Estos han sido sólo cuatro ejemplos de técnicas que se emplean habitualmente en Rehabilitación. La elección de cada ejercicio, su duración, su intensidad, su frecuencia dependerá de cada paciente.

Hidroterapia
Hoy en día disponemos de aparatos muy sofisticados para conseguir sacar el mayor partido posible a la fisioterapia.
Las cintas subacuáticas consisten en una cinta que se mueve sumergida en una piscina de agua.

Los pacientes que no son capaces de caminar en el suelo consiguen hacerlo en este aparato, ya que el agua les hace pesar menos. Además, la presión del agua (presión hidrostática) les ayuda a mantenerse de pie, el agua les sujeta.

Los movimientos y la carga de peso son mucho más suaves, por lo que serán capaces de moverse mucho antes que si esperamos a que sean capaces de hacerlo en un medio terrestre. Y no debemos olvidar que cuanto antes empiecen a recuperar sus funciones normales, antes lo conseguirán.

¿Puedo yo, como propietario, hacer ejercicios de rehabilitación en casa?

El éxito de un programa de rehabilitación depende, en gran medida, de lo que participe el propietario. Es mucho más eficiente el tratamiento si se lleva a cabo todos los días, que si se hace dos veces por semana. Aunque en casa hay técnicas que un propietario no puede aplicar, hay también una gran variedad de ejercicios a su alcance. Sólo necesita que un veterinario fisioterapeuta diseñe una tabla para su mascota basada en ejercicios sencillos como:

  • Dar paseos con correa corta
  • Subir y bajar cuestas
  • Pasear por distintas superficies: arena, terrenos irregulares…
  • Subir y bajar escaleras
  • Bailar hacia delante y hacia atrás: cogiendo al perro o gato de las manos y manteniéndolo en posición de pie.

 

Fuente: www.veterinario-vetersalud.com

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