El galgo español es un perro inteligente, cariñoso y un poco reservado. Por eso, para evitar sobre todo que cuando sea mayor no se convierta en una mascota tímida, intentaremos sociabilizarlo desde que es cachorro. Además, es un perro que se lleva bien con otros animales y se encariña mucho con sus dueños.
El galgo español tiene su hábitat natural en el campo pero puede adaptarse a la vida en la ciudad siempre que pueda hacer ejercicio. No pueden estar encerrados y necesitan de espacio donde moverse y gastar energías. Por eso deberemos jugar con él diariamente y ejercitarlo físicamente, aunque tampoco más que con un perro de otra raza, según afirman los expertos.
Los cuidados del galgo español se centran en cepillados regulares para eliminar el pelo muerto y en bañarle cuando esté sucio. Además, para que no incline demasiado su estómago, le daremos la comida en recipientes algo elevados ya que debido a su altura puede tener displasia de cadera, torsión gástrica y cáncer de huesos.
Los galgos tienen un impulso fuerte de presa pero no obstante suelen ser amigables con animales más pequeños como perros y gatos. Son fáciles de educar para que adquieran buenos modales. Como rasgos generales de su carácter destaca su compañerismo, su afectuosidad, la necesidad de ocupar un lugar dentro de la familia, el valor que dan al contacto físico con los humanos, su independencia, su tranquilidad, discreción y silencio. Son perezosos, frioleros y no huelen a perro. Además, les gusta el lujo y el confort y si te descuidas se te apoderarán del sofá.
El galgo español es un perro muy parecido al greyhound, pero más pequeño. Tiene cuerpo estilizado, cabeza alargada y cola muy larga, además de patas delgadas pero poderosas que le permiten ser muy veloz. Este perro es musculoso pero estilizado.
La cabeza es alargada y delgada, al igual que el hocico, y guarda buena proporción con el resto del cuerpo. Tanto la nariz como los labios son de color negro. La mordida es en tijera y los caninos están muy desarrollados. Los ojos del galgo español son pequeños, oblicuos y de forma almendrada. Las orejas, de implantación alta, son triangulares, de base ancha y su extremo es redondeado.
El cuello largo une la cabeza con un cuerpo rectangular, fuerte y flexible. El pecho del galgo español es profundo y el vientre es muy recogido. El lomo es un poco arqueado, dando flexibilidad a la columna vertebral.
La cola del galgo es fuerte en la base y se adelgaza gradualmente hasta terminar en una punta muy fina. Es flexible y muy larga, sobrepasando ampliamente el corvejón.
La piel está muy pegada al cuerpo en toda su superficie, sin presentar zonas con piel suelta. El pelaje del galgo español es tupido, fino, corto y liso. Sin embargo, también existe una variedad de pelo duro y semilargo, en la que se forman barba, bigotes y sobrecejas en la cara.