El gato Ragdoll se caracteriza por ser sociable y tolerante, casi no maúlla y es muy dócil, por lo que se convierte en un estupendo compañero en casa porque no nos dará apenas problemas y será fiel y cariñoso. Es un gato sano y fuerte que necesita ser cepillado de vez en cuando para evitar la aparición de nudos en su pelaje. Tiene un pelo suave y sedoso y en épocas de muda deberemos tener especial cuidado con el pelo muerto para que no aparezcan bolas y se las pueda tragar.
En casa el gato Ragdoll no necesita demasiado espacio aunque sí precisa de cariño para sentirse querido en todo momento, es muy hogareño y afectuoso con sus dueños y le gustan los niños. Es un gato que no da problemas ya que es bastante calmado y deberemos cuidar su alimentación para que se mantenga sano. Los expertos recomiendan una dieta basada en el pienso y latas de gama alta. Además, deberá tener siempre disponible agua y comida seca. También le gustan los alimentos frescos.
Cuando el Ragdoll sea cachorro deberemos vacunarlo y desparasitarlo. En cuanto a la higiene del gato Ragdoll, limpiaremos la arena tantas veces como sea necesario, quitando los excrementos y residuos. Podemos bañarlo una vez al mes. El gato Ragdoll congenia bien con el resto de mascotas que podamos tener en casa, y deberemos procurar no asustarle para que no pierda la confianza y se esconda en algún lugar en el que nos cueste encontrarle. Tiene una alta esperanza de vida.