Los gatos que viven dentro de casa tienen cierta tendencia a sufrir enfermedades relacionadas con su sedentarismo, ya que realizan poca actividad físico. Del sedentarismo de los gatos se deriva, por ejemplo, la obesidad, puesto que el animal hace menos ejercicio y no tiene que realizar grandes esfuerzos para conseguir comida porque la tiene siempre a su disposición.
Y todo ello se convierte en un círculo ya que la obesidad fomenta, más aún, el propio sedentarismo, y así sucesivamente, incrementando también el riesgo de sufrir otras enfermedades como la diabetes mellitus, hipertensión arterial, problemas cardiorrespiratorios, artrosis, etc.
Asimismo, la obesidad en los gatos también puede fomentar la aparición de patologías en las vías urinarias, que pueden desembocar en problemas graves de obstrucción urinaria o artritis.
Para controlar todo ello debemos tener en cuenta qué cantidad de comida ingiere nuestro gato al día y le daremos también alimentos con pocas calorías.
Además de controlar la alimentación, para prevenir la obesidad y evitar el sedentarismo en los gatos debemos fomentar el juego con ellos. Por ejemplo, podemos hacer que corra detrás de algún juguete, haciéndolo saltar para atraparlo. También podemos ponerle comida en un sitio de difícil acceso.
Otro problema que sufren los gatos que pasan todo el tiempo dentro de casa sin moverse es que están más expuestos a la luz artificial con una temperatura constante durante todo el año, por lo que las mudas de pelo no se acoplan a los ciclos naturales y no duran lo que viene siendo habitual, por eso, el gato pierde pelo durante todo el año. Debemos cuidar especialmente a estos gatos en muda constante a través de alimentos de alta calidad con ácidos grasos esenciales que favorezcan la salud de su pelo y piel.