No es muy corriente como mascota, pero el gecko es un animal con el que perfectamente puedes convivir, ya que es pequeño, simpático, nada agresivo y que podrás cuidar como a otro reptil.
Por este motivo, el gecko deberá vivir en un lugar lo más parecido posible a su hábitat natural. Su terrario deberá ser de cristal y cerrado para que no se escape y, sobre todo, deberá contar con una humedad adecuada para su bienestar. Algunas especies precisan un 60% de humedad, otras el 90%…. eso sí, deberás decorar esta casa con muchas ramas y frondosa vegetación.
Además, el terrario de nuestro gecko deberá tener buena iluminación y una temperatura adecuada para reptiles, que necesitan tener su cuerpo entre los 25 y 28ºC durante el día y algo menos durante la noche. A través de rocas calefactoras y placas térmicas podrás proporcionarle calor. También puedes ayudarte de focos de iluminación, que cubrirán además todo el espectro solar para que el gecko pueda realizar la función de asolamiento.
La alimentación
La dieta del gecko está basada en insectos como grillos, gusanos grandes y de seda y saltamontes, dieta a la que incorporaremos frutas tipo manzana o plátano, aunque no cítricos.
Otra opción es darles potitos de bebé si no tienes fruta fresca, pero añadiendo siempre una dosis de calcio y vitaminas. Nunca debe faltarle agua a tu gecko.
La salud de tu gecko
Algunas enfermedades que puede sufrir el gecko son consecuencia de trastornos digestivos y de la hibernación, ya que durante este proceso, al detenerse su organismo, es importante que tenga el intestino limpio. También puede sufrir estrés si intentas tratarle como una mascota “cariñosa”, ya que el gecko no siente afecto ni apego por nadie, por lo que si tratas de cogerle, acariciarlo y cogerlo, puede agobiarse y enfermar.
El gecko leopardo es una buena opción para iniciarse con un reptil de estas características como mascota. Esta raza de gecko come grillos, zophobas, tenebrios, cucarachas, langostas, o cualquier insecto de un tamaño igual o menor a su cabeza (por ejemplo, una mariposa sin alas. Evitar hormigas o cucarachas no criadas en cautiverio). Para completar su dieta se recomienda darles calcio y vitaminas.