Los jerbos son mascotas muy limpias que apenas generan residuos orgánicos, por lo que el lecho de la jaula sólo será necesario cambiarlo cada dos o tres semanas. Además, si se produce el nacimiento de cachorros cuando toca limpiarlo, se puede esperar a que se desteten para hacerlo. Si se mancha con agua o vemos que está más sucio de lo normal, lo cambiaremos antes.
En cuanto a la limpieza de la jaula de los jerbos, podemos rasparla y barrerla cuando saquemos el lecho para cambiarlo. Asimismo, varias veces al año es aconsejable utilizar un desinfectante doméstico para limpiar la jaula y sus accesorios. Antes de volver a introducir al jerbo la secaremos y airearemos correctamente.
Una vez cambiado el lecho de los jerbos, estos se enterrarán en él y comenzarán a trabajar para acondicionarlo a su gusto. Podemos colocar también un trozo de tela suave para que los jerbos lo rompan y con los trozos fabriquen un lugar donde anidar, que les durará hasta el siguiente cambio de lecho.
Los jerbos no suelen desprender olor, por lo que si mantenemos limpia la jaula contribuiremos a que esta virtud siga siendo así.
Respecto a la higiene personal de los jerbos, son animales que utilizan su lengua y sus manos para lavarse las orejas, la cara, el cuerpo y la cola tal y como lo hace un gato. Igualmente, es habitual observar que un jerbo asea a otro, una acción que favorece la higiene, estimula la piel, evita la creación de bolas de pelo y mantiene brillante el pelaje de los animales.
Además, la piel de los jerbos fabrica una especie de aceites que los protegen de los ambientes secos de los que provienen y por este motivo trataremos de evitar que exista humedad en el lugar donde viva nuestra mascota, ya que podría variar los efectos que producen estos aceites y favorecer que los jerbos presenten una capa de pelo enmarañado.
También debemos tener en cuenta que los dientes de los jerbos crezcan rectos y que no lo hagan demasiado, ni hacia fuera ni hacia adentro. Para conservar sanos sus dientes podemos darle barritas con alimentos que puede roer y así degastar sus dientes. Las patas deberán estar limpias y las uñas cortas, así como sus ojos y las orejas.