Cuando llega a casa un conejo todo es nuevo para él y es normal que esté asustado. Por ello necesita un rincón donde sentirse protegido y tranquilo.
La jaula que más se adapta a sus necesidades debe tener un tamaño mínimo de un metro de largo, para que pueda estirarse e incorporarse libremente. Hay personas que al verles tan pequeños compran jaulas de menor tamaño sin tener en cuenta que van a crecer y en algún momento se quedarán pequeñas.
En la bandeja inferior tienes que poner material absorbente orgánico, como virutas de madera, arena de maíz o serrín prensado con el fin de absorber la orina y malos olores. Para mantener su hogar limpio deberás retirar diariamente las zonas mojadas por la orina y hacer una limpieza más general al menos una vez por semana.
Algunos aprenden a hacer sus necesidades en un mismo lugar, por lo que también puedes probar colocando una bandeja, con el tipo de material absorbente elegido, en alguna zona específica de la jaula. Aunque no todos tienen esa limpia costumbre de acudir a la bandeja; lleva algún tiempo educarlos.
Nunca pongas arena de gato, lastima las patas y lo que es más importante, provoca serios problemas respiratorios. El periódico le gusta comerlo, pero ingerir su tinta puede ser perjudicial, por eso tampoco es aconsejable colocarlo en el fondo.
Accesorios: el bebedero y comedero son lo más importante. Como se dice anteriormente el bebedero más apropiado es el de goteo, o también conocido como bebedero de tubo o biberón. El comedero deberá ser pesado para que no pueda volcarlo mientras juega y esparcir todo el pienso. Existen unas perchas que se colocan en el exterior de la jaula para colocar el heno, no ocupan espacio y evitan que se extienda.
Otros elementos: puedes ponerle alguna pinza de madera para que pueda roerla y desgastar los dientes. Una piedra de calcio o de sal y una caseta para que pueda guarecerse del frío o del excesivo calor.
No es recomendable tener una jaula con apertura superior, ya que tu conejo podría dañarse al intentar entrar y salir de ella. En todo caso, si tienes una jaula con este tipo de apertura deberás poner una caja en el interior y otra en el exterior para que pueda entrar y salir cómodamente.
Asimismo, es aconsejable que la jaula esté a ras del suelo. Si pones su jaula en altura, deberás tener cuidado de que tanto la jaula como el conejo no se caigan, ya que tu conejo podría lastimarse seriamente. En caso de ser necesario que la jaula esté en altura, pon una caja, una escalera o una rampa, para que el conejo pueda salir y entrar sin percances.
Consejos para una mayor autonomía
- Cuando quieras que salga, ábrele la puerta para que salga solo
- No le cojas y le metas en su jaula por la fuerza o verá a ésta como su prisión, no como su casa. Persíguele tranquilamente y así se meterá dentro para escapar de su “perseguidor” (corre detrás de él y al sentirse amenazado se refugiará en su jaula. Igual cree que quieres jugar y te costará un poco conseguirlo, pero al cabo de un tiempo lo conseguirá)
- Si has estado acariciando a tu conejo en brazos, le puedes coger y dejarle en la puerta de la jaula para que entre por su propio pie; no intentes empujarlo dentro.
- Es mejor tener el recipiente de la comida cerca de la entrada de la jaula para no molestar demasiado al conejo al rellenarlo. Sino puedes echar la comida cuando el conejo no se encuentre en su jaula.
- Obviamente, limpia la jaula cuando el conejo no esté en ella. Ellos agradecerán que les limpies su jaula y hasta curiosearán para ver lo que haces mientras la limpias.
La misma técnica se puede seguir si tu conejo vive sin jaula y usa una esquina de la habitación como su casa (aunque lo más aconsejable es tener una jaula para su mayor comodidad y una mayor higiene). Pon una toalla e intenta no tocarla ni caminar por encima de ella.
¿Cómo facilitarle espacio?
Aunque su objetivo sea dejar al conejo libre por toda la casa, debes empezar poco a poco. Empieza con su jaula en un lugar vigilado (cocina, baño, pequeños espacios sin cables) y cuando veas que tu conejo se ha acostumbrado a ese espacio, dale más de forma gradual. Si le das demasiado espacio antes de que esté preparado, puede olvidarse dónde tiene su bandeja y dejar toda la casa llena de conguitos y orina.