Nuestras mascotas nada más llegar a casa suelen jugar con objetos y muebles, mordiendo y rasgando. Normalmente, cuando todavía son cachorros y en particular las primeras veces que les vemos jugar con nuestros objetos personales, nos parece simpático e incluso divertido. Sin embargo, con el tiempo puede convertirse en un problema muy desagradable ya que nuestras mascotas pueden provocar daños importantes, incluso irreparables, en objetos de gran valor como ropa, artículos electrónicos, joyas etc. Por ello es importante tomar las medidas apropiadas para que nuestro perro disfrute del necesario juego sin que ello implique un problema mayor.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que nuestro perrito cuando es cachorro tiene el instinto natural del juego de forma muy desarrollada. Este instinto no se puede eliminar y se presenta en diferente intensidad dependiendo de la raza, por lo que una selección de raza afín a nuestras limitaciones siempre es conveniente. Además, de los dos a los seis meses este instinto de juego se muestra de forma especialmente intensa.
Lo esencial es establecer mecanismos que nos permitan controlar y disminuir este instinto así como focalizarlo en objetos que no sean de especial valor. Para conseguir este efecto existen juguetes para perros especialmente diseñados para nuestra mascota, los cuales han sufrido test muy desarrollados para adecuarse a las necesidades de nuestro perro.
Entre los accesorios para perros que podemos utilizar para canalizar el impulso de juego de nuestros pequeños se encuentran, por ejemplo, los juguetes Kong. Estos juguetes están especialmente pensados pasar satisfacer plenamente la necesidad de tu perro de cazar- capturar y masticar a su presa. De hecho, estos juegos tienen el respaldo de muchos expertos en etología canina y veterinarios que los consideran ideales para aplacar el instinto de juego así como para el adiestramiento de nuestro perro. Este tipo de juguetes van rellenos de alimento por lo que conviene que la calidad de este alimento sea óptimo.