Son fáciles de criar, cariñosas y muy adaptables.

Las ninfas o carolinas proceden de Australia y cada vez es más habitual encontrarlas como mascotas. Se trata de animales agradecidos, fáciles de criar, con buen comportamiento, simpáticos y con gran capacidad de adaptación. Además, son cariñosas y poco ruidosas, lo que las convierten en unas compañeras de convivencia ideales.

Las ninfas son aves granívoras y no precisan una alimentación demasiado especial. Su dieta puede basarse en alpiste, avena o mijo, y una vez a la semana podremos darle maravilla, sin pasarnos, porque son semillas con mucha grasa. También podemos completar su alimentación con frutas como la manzana y verduras como la lechuga y la acelga. Cuando vaya a criar podemos darle aportes de calcio con huevo duro (con cáscara molida incluida). Además, cambiaremos el agua a diario.

Respecto a su jaula, la limpiaremos una vez por semana, retiraremos los restos de heces de las barras y los desperdicios de las frutas y verduras que se han comido o se han quedado ahí. Los expertos recomiendan, asimismo, que no pongamos muchos ejemplares en jaulas pequeñas, puesto que el hacinamiento puede conllevar peleas y enfermedades. Para criar un solo pájaro, o una pareja, la jaula será de un metro por un metro, con dos barras para saltar, aletear y posarse. Si tenemos varias ninfas, una jaula de metro y medio de alto, dos de largo y uno y medio de ancho puede ser suficiente para seis ejemplares. Además, las ninfas son activas y curiosas, les gusta trepar, jugar y moverse, de modo que necesitan espacio suficiente para ello.

En cuanto a la reproducción, el cortejo comienza con el macho haciendo bellos cantos, moviendo las alas y agitando la cabeza. Las hembras que han sido fecundadas pueden poner entre cinco y siete huevos. El nido tendrá dentro serrín para que sea más cálido y tiene que ser lo suficientemente amplio para los huevos y su incubación: podemos construir nosotros mismos un nido de madera de 40 centímetros de alto por 30 centímetros de largo y ancho.

La hembra incuba los huevos durante tres semanas hasta que se rompen. Pero las crías no salen del nido hasta que no haya pasado un mes. Si queremos criar ninfas lo mejor es comprar los ejemplares con unos seis meses de edad: con dos años estarán preparadas para la cópula.

Este tipo de cotorra se puede aparear en cualquier momento del año, aunque el mejor es la primavera, ya que la buena temperatura y las horas de sol benefician la cría de los polluelos.

Por otro lado, las ninfas necesitan juguetes para entretenerse. Cualquier juego que las estimule funcionará; algo que despierta su ingenio es ocultar la comida y que ellas tengan que hallarla. Incluye algunos objetos de cartón para que los rompan y otros más duraderos. Puedes usar pelotas de lufa natural o juguetes de madera. También son excelentes los columpios, cuerdas, escaleras o rampas para que trabajen distintos grupos musculares y que no se dañen sus pies. Renueva o repara los juguetes cada vez que queden piezas pequeñas que puedan ser tragadas.

Fuente: Facilisimo.com // www.tiendanimal.es

Foto: www.sitiosespana.com

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