Los ojos de los gatos precisan de unos cuidados especiales. Además, sus ojos expresan muchas veces sentimientos; por ejemplo, si el gato te mira fijamente durante un rato largo y después de eso parpadea sus ojos lentamente para algunos es el denominado “beso de gato” y para otros es su forma de decir que te quiere.
Los gatos poseen una vista muy aguda. En lugar de un tercer ojo, lo que los gatos tienen un tercer párpado, la llamada membrana nictitante. Este párpado protege los ojos de los gatos de cualquier daño y también de la sequedad. Apreciarás que, cuando un gato está enfermo, esta membrana se cierra un poco.
Deberemos observar los ojos de los gatos, ya que un cambio en el tamaño de una pupila puede ser una indicación de una inflamación. También puede ser un signo de una especie de un trastorno neurológico en el llamado síndrome de Horner. O peor aún, también puede ser indicio de tumores o lesiones en el sistema nervioso central.
Los gatos son ciegos al color, ven algunos, aunque puede que no vean tan claro como lo hacen los humanos. Los gatos también pueden ver con claridad desde lejos. Es muy diferente de la gente y les resulta borrosa, por lo que terminan buscando en las cosas que están tan cerca de ellos.
Además, los gatos tienen visión nocturna pero no pueden ver en completa oscuridad. Los músculos en su diafragma que rodean las pupilas de sus ojos se construyen de una manera que se estrecha en una división vertical cuando están expuestos en las luces brillantes. Y se abre completamente cuando los hechos están en una luz muy tenue.
Esta característica de los gatos se remonta a sus raíces. Se puede utilizar para buscar comida durante la noche si se quedaran al aire libre y sin nadie que cuidara de ellos.
