Los pájaros necesitan confiar en su sentido de la vista para llevar a cabo sus actividades diarias y los problemas oculares no suelen ser, a priori, un problema importante. Si el ave vive sola en una jaula no supondrá un gran inconveniente, aunque si lo hace en un aviario se volverá un hándicap a la hora de competir por la comida, el agua o convivir en sociedad.
Los gases de amoniaco (NH3) provocan irritaciones graves en las membranas conjuntivas, encargadas de delimitar los párpados, además de en la superficie blanca de los ojos, en los senos y en la tráquea. Los pájaros que se ven afectados presentan párpados hinchados y enrojecidos, y evitan la luz porque que les duele. Según nos explican los expertos de Facilisimo.com, si persisten los altos niveles de amoníaco la parte más frontal de la córnea puede llegar a ulcerarse e incluso provocar una ceguera.
Por otro lado, nuestros pájaros pueden sufrir la denominada viruela aviar, de carácter vírico. Afecta sobre todo a pollos y pavos y también puede infectar a canarios, pollos, gorriones y otras especies. La viruela produce erupciones en las zonas que no están cubiertas por las plumas, como la cabeza, patas… Si estas lesiones se localizan cerca de los ojos, producirán una inflamación que puede deteriorar la vista o dejar ciego al animal en casos muy graves.
Las infecciones bacteriológicas como las salmonellas y hongos también pueden producir lesiones en los ojos, y las enfermedades respiratorias pueden desembocar en una conjuntivitis, que no dañan al ojo directamente pero conllevan molestias que pueden obligar a que se froten y arañen los párpados.
La importancia de la nutrición
Si el ave tiene falta de vitaminas como la A o la E podrá sufrir lesiones en los ojos, ya que la A, por ejemplo, es necesaria para la producción de pigmento visual para la retina y para el mantenimiento del revestimiento de los conductos del lagrimal, y la segunda es fundamental para el mantenimiento de la proteína de la lente del embrión en desarrollo.
Además, mientras se desarrolla el embrión del pájaro pueden aparecer anormalidades congénitas en la formación y colocación correcta de los ojos, aunque no es muy frecuente.
Finalmente, la jaula en la que viva nuestro pájaro deberá contar con un buen sistema de iluminación y procuraremos que los elementos de su interior no puedan producirle ningún accidente si lo transportamos.