Perro tímido o miedoso

Deberemos tener paciencia y seguir unas pautas básicas para darle confianza.

Hoy acudimos hasta la Asociación de Protección y Adopción Canina ASPACAN para acercaros una serie de consejos de un especialista para lidiar con peros miedosos o tímidos. El veterinario y etólogo Pablo Hernández Garzón ofrece esta serie de recomendaciones para cuando tengamos que mantener un contacto con perros que muestran esa timidez o incluso miedo.

Cuando estamos delante de la jaula, si el perro no se acerca a la reja, permaneceremos ante la jaula sin llamarlo ni forzarlo a que se acerque; después, intentaremos que se aproxime dando premios a los otros perros (si esto no provoca que se peleen y en el caso de que nos estemos enfrentando a esta situación por ejemplo en un refugio o en un lugar donde viven varios animales juntos). Si no lo conseguimos, no se fuerza al perro.

Si al acercarnos gruñe o ladra, esperaremos sin movernos delante de la jaula, sin mirarle directamente, ni hablarle. Este especialista recomienda que nunca nos vayamos si el perro está ladrando o gruñendo. En cuanto pare de hacerlo, le premiaremos con algo de comida. Repetiremos esta operación varias veces hasta que el perro se comporte adecuadamente al vernos delante de la jaula. Si lo conseguimos, seguiremos las indicaciones que vienen a continuación.

Si voluntariamente se acerca hasta la reja, empezaremos dándole comida sin hablar ni tocar ni mirarle fijamente, tampoco gritaremos ni haremos movimientos bruscos y, si va cogiendo confianza, le daremos comida mientras le hablamos con voz alegre.

Dentro de la jaula

Como ya hemos dicho, estos consejos se aplican especialmente al contacto con perros en lugares como refugios o lugares de acogida, pero son igualmente adecuados para cualquier persona que contacta con perros.

Para enfrentarnos a un perro miedoso dentro de la jaula, este experto recomienza entrar decididamente en ella sin mirarlo directamente, ni hablarle ni tocarle. Seguiremos sin hacer movimientos bruscos ni hablaremos alto. Tampoco nos dirigiremos directamente a él.

Si el animal está solo en la jaula, o los otros perros no se pelean por la comida, podemos entrar tirándole comida desde la puerta. Si no gana confianza, repetiremos la operación varias veces. Cuando el animal vaya cogiendo confianza, intentaremos acariciarlo de manera decidida pero suave. Si lo acepta bien, premio para él. Pablo Hernández Garzón asegura que podría considerar una amenaza las caricias por la cabeza o cuello, por lo que lo mejor es empezar por la barbilla y el pecho. Después, podemos intentar ponerle una correa y sacarlo. Si lo conseguimos, le premiaremos inmediatamente con comida y elogios en tono alegre.

Si el perro no se asusta tanto fuera de la jaula, podemos hacerle salir de ella y cogerlo fuera, siempre premiándolo al conseguirlo. Eso sí, no intentaremos cogerlo dentro de la jaula hasta no haber superado el apartado delante de la jaula.

Fuera de la jaula

Bien, ya hemos conseguido sacar al perro miedoso de la jaula. Ahora, las primeras veces que el perro salga fuera, lo llevaremos a un lugar tranquilo (sin gente ni perros) donde pueda ir habituándose a su presencia. Deberemos mantener en todo momento una actitud confiada y alegre para que el perro no tema nada ni de nosotros ni del ambiente.

Este profesional añade que siempre deberemos tener en mente esta norma: ignorar al animal al observar en él alguna reacción de miedo, nunca intentar calmarlo con caricias o palabras de cariño, y premiar con comida, caricias y elogios las muestras de confianza.

Progresivamente, y siempre observándolo, iremos acercándolo a la gente y otros perros. Al principio dejaremos que sea él quien decida si quiere acercarse, premiando esta actitud y no forzándolo más allá de lo que él nos permita. Después, de manera progresiva y según observemos sus avances, podremos forzarlo ligeramente, primero con gente y luego con perros. Pediremos a las personas que se acerquen al perro que no lo miren, hablen o intenten tocarlo. Simplemente deberán ofrecerle comida que tiraran cerca de él.

Ante una reacción de miedo o agresiva por parte del perro, intentaremos no alejarle o que se vaya la gente para no reforzar esta conducta.

Actitudes de un perro miedoso

Os resumimos aquí algunas de la actitudes que podremos observar en un perro que tiene miedo:

1. POSTURA

  • Cuerpo agazapado contra el suelo.
  • Orejas hacia atrás.
  • Rabo caído o entre las patas.
  • Mirada atenta en la amenaza.
  • Tensión corporal y mirada fija.

2. REACCIONES ORGÁNICAS

  • Taquicardia
  • Jadeos cortos y frecuentes
  • Temblores y agitación
  • Hipersalivación
  • Pupilas dilatadas
  • Erizamiento del pelo
  • Sudoración en las almohadillas
  • Micción y defecación
  • Expresión de las glándulas anales

3. ESTRATEGIAS DE DEFENSA

  • Lucha y agresión
  • Huida e intentos de escape
  • Paralización
  • Apaciguamiento
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