El pez betta es una mascota muy popular que destaca por su colorido y belleza y por no necesitar cuidados demasiado complicados. Debemos tener en cuenta a la hora de introducirlos en el acuario no podemos meter a dos machos juntos porque son muy territoriales y pueden matarse entre ellos. No habrá problema si colocamos a dos hembras o macho y hembra, en pareja.
El pez betta se acostumbra fácilmente a vivir en acuarios pequeños aunque lo más recomendable es ubicarlo en uno de diez litros como mínimo para evitar que se estreses y viva cómodamente, aumentando esta capacidad hasta los 30 litros si los vamos a tener en pareja o grupo.
El pez betta necesita que cambiemos su agua cada semana; no será necesario cambiarla toda, con hacerlo del 20% será suficiente. Colocaremos algo de grava para que el alimento se asiente en el fondo del tanque sin enturbiar el agua, cuya temperatura ideal puede ser la del propio ambiente, en época de frío evitaremos que baje a menos de 24ºC y cuando haga calor que no suba más de 28ºC.
El pez betta puede comer prácticamente de todo, aunque prefiere artemias, lombrices blancas, larvas de mosquito y otros insectos. Podemos darle comida viva (bien lavada para evitar bacterias e infecciones) o alimento específico para betas que incluya carne, evitando la sobrealimentación para que no se ensucie el agua.
En cuanto a las enfermedades que pueden causar la muerte al pez betta se encuentran una alimentación inadecuada, escalofríos o envenenamiento con amoníaco o nitrito. Además, pueden padecer putrefacción de las aletas o el parásito de puntos blancos.