Los animales, al igual que nosotros, necesitan dormir unas determinadas horas al día y descansar adecuadamente para cuidar su salud. No tenemos que subestimar este tiempo que dedican a su bienestar y por eso hoy vamos a ver la importancia que tiene el sueño y el descanso para nuestra mascota. Así que si ves a tu perro dormido no lo despiertes sin razón alguna o solamente para que juegue contigo… Piensa en lo que te molestaría que te lo hicieran a ti 😉
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Un perro que ha descansado bien está de buen humor y no se mostrará antipático o agresivo, actitudes que pueden llegar a aparecer si no duerme adecuadamente ya que esto, como nos pasa a nosotros, puede afectar a su estado de ánimo. Además, se encontrará tranquilo, sin nervios ni ansiedad. Exactamente igual que las personas.
Por otro lado, el buen descanso hace posible que el organismo del animal funcione correctamente. Si el perro ha dormido mal y no ha descansado lo suficiente estará sin energía y no tendrá fuerza para salir a caminar y hacer el ejercicio necesario para mantenerse en forma y sano. Esto también puede conllevar problemas de sobrepeso si la mascota toma como hábito el no ejercitarse como su cuerpo precisa.
Una jornada habitual de una mascota se divide en un 42% del tiempo dedicado a actividades como comer, pasear e incluso descansar sin dormir y un 58% para el sueño. Necesitan dormir una media de 14 horas aunque lo hacen de forma distinta a los humanos, es decir, no del tirón, sino que duermen en periodos de dos o tres horas durante varias veces al día. Siempre dependiendo de su edad, de cómo se alimenten…
Cómo favorecer el descanso de nuestro perro
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Visto lo importante que es que tu perro descanse bien, es el momento de facilitarle el entorno propicio para ello.
La cama tiene que ser de un tamaño tal que el perro se pueda tumbar entero cómodamente, girarse y sentirse a gusto cuando se enrosque. Si ves que no termina de estar bien prueba distintas texturas, más blandas o más duras. Si tu perro duerme más tranquilo cerca de ti no ubiques la cama en otra habitación o en la parte opuesta de la casa, porque igual siente ansiedad y no dormirá bien. Otra opción es precisamente la contraria, es decir, poner su cama en una habitación independiente donde pueda estar tranquilo y descansar bien. Prueba y elige lo que mejor sienta a tu perro. Evita ponerla, eso sí, en una zona donde haya muchas corrientes de aire; que sea calentita en invierno y fresquita para el verano.
No juegues con el perro antes de dormir. No es como un niño al que puedas cansar para que duerma mejor. Más bien sucederá todo lo contrario; su nivel de actividad se disparará y le costará mucho más conciliar el sueño.
Y, como decíamos antes, no lo despiertes sin motivo alguno, porque aunque lo veas durmiendo y pienses que no debería hacerlo, sus ciclos del sueño así lo piden. Los perros, además, también sueñan durante la fase REM, por lo que puedes ver que se mueven o hacen algún ruido. Tampoco entonces deberás despertarlos ni molestarlos, ¿o te gusta que te lo hagan a ti?
El sueño en los cachorros
Para que el perro crezca sano es muy importante que descanse y duerma bien. Siendo cachorros es habitual que duerman más que los adultos, e incluso durante las primeras semanas se pueden pasar el 90% de tiempo dormidos. No pasa nada, no pienses que tu perro es un holgazán. Poco a poco verás cómo se va reduciendo este porcentaje.