Existen determinadas situaciones que debemos tener controladas por si nuestro perro sufre algún accidente poder actuar con algunos conocimientos de primeros auxilios. Se trata siempre de accidentes leves, ya que en todo momento si el problema se vuelve más grave, acudiremos al veterinario que será quien ponga solución a lo que esté ocurriendo.
- Accidente de tráfico. Si sucede, debes llevarlo rápidamente al veterinario. Antes, por culpa del golpe, puede estar en estado de shock y tener reacciones impredecibles, por lo que tendrás que acercarte despacio. Si puedes, pone una manta por encima y acude al veterinario. Si no lo puedes mover, será el veterinario quien tenga que asistirle en el lugar del accidente.
- Objetos atravesados en la boca. Puede ocurrir que algún hueso, o una pelota o palo, quedé atravesado en su boca. Podemos intentar sacárselo con la mano o con unas pinzas, si no podemos, el veterinario tendrá que sedarlo. Intentaremos, para evitar esta situación, que no juegue con objetivos demasiado pequeños.
- Quemaduras. Si son de carácter leve podemos tratarlas en casa, limpiando la zona afectada con un antiséptico suave y poniendo después una crema o gel calmante, por ejemplo, con aloe vera. Si son graves, inmediatamente iremos al veterinario.
- Cortes y heridas. Limpiaremos la zona afectada con un desinfectante diluido, como clorhexidina y, si es necesario, vendaremos. Si no conseguimos parar la hemorragia o se trata de una herida grave, directos al veterinario.
- Picaduras de insectos. Puede ser que se le hinche la zona de la boca, nariz o garganta y tenga dificultades para respirar, de ser esto así, acudiremos al veterinario. Si la picadura no parece ser grave, aliviaremos el malestar con una compresa fría en la zona que ha resultado dañada.
- Convulsiones. Cuando las sufren suelen caer de lado y quedar inconscientes. Si el perro sufre convulsiones no le sujetaremos y quitaremos de su lado cualquier mueble o elemento que pueda dañarle. Apagaremos los aparatos que puedan producirle un estímulo sensorial como luces, radios, televisión y bajaremos la luz de la habitación para que recupere la calma.
- Golpe de calor. Ante todo, es fundamental la prevención, evitando que el perro esté al sol durante demasiado tiempo. Si sufre un golpe de calor de carácter leve, lo refrescaremos con toallas húmedas (sin llegar a cubrir todo su cuerpo) o con un ventilador, dándole de beber abundante agua fresca. Si es más fuerte, como siempre, acudiremos al veterinario.
- Envenenamiento. Si se trata de una intoxicación leve, él mismo consigue purgarse, pero si muestra signos de envenenamiento, deberás recoger una muestra de su vómito para que el veterinario la examine y sepa qué medidas emplear al respecto. Si ha tomado sustancias corrosivas no le provoques el vómito, dale líquidos para que atenúen los síntomas. Si no son sustancias corrosivas, provócale el vómito con los dedos en su boca y presionando el estómago.