Recortar las alas a nuestro loro será uno de los cuidados principales que debemos darle y existen varias razones para ello. La primera, para evitar que se escape en un descuido. Aunque por lo general en casa tampoco hay mucho espacio para que vuele, el corte de las alas no supone gran pérdida de calidad de vida y además evita muchos accidentes, según nos cuentan los expertos de Facilisimo.com.
Asimismo, cuando un loro no conoce a su dueño, el hecho de que no pueda volar ayuda a crear una relación con el animal, ya que no es lo mismo acercarse a un loro que no puede volver cuando se invade su espacio que a otro que sí puede hacerlo. Si no puede volar se siente más indefenso y tiene más predisposición a dejarse querer.
No obstante, también hay que tener un cuenta que un loro con las alas recortadas también entraña riesgos porque puede sufrir algunos accidentes al no controlar su vuelo, aunque no graves.
Según el efecto estético y el grado de eficiencia que queramos lograr existen diferentes manera de recortar las alas de nuestro loro. En ocasiones se recomienda cortar sólo una ala pero se ha comprobado que esto produce ciertas lesiones por lo que los expertos apuntan que es mejor cortarlas por igual y que estén equilibrados.
Así pues, recortando las dos alas, lo que se hace es respetar las tres primeras rémiges del ave y cortamos el resto hasta la décima. Cuando el ala está plegada parece que no falta nada, ya que estas tres plumas son las que más sobresalen. Además, las rémiges cortadas quedan cubiertas por las secundarias y el efecto estético es muy bueno.
Este corte sólo puede realizarse en especies con alas cortas, anchas y redondeadas como, por ejemplo, las cacatúas (excepto la Ninfa y la Galah o Cacatúa Rosa). Sin embargo, en aves de alas largas y estrechas, las tres plumas que dejamos en el extremo del ala suponen un porcentaje enorme de la superficie alar, por lo que este tipo de aves vuelan como si no se hubiera hecho nada, lo que ha provocado muchas fugas porque el dueño se confía y el loro escapa.
Corte completo
Si optamos por un corte completo, comenzamos a cortar las rémiges primarias desde el extremo del ala y paramos dejando enteras sólo las dos últimas primarias. El corte completo debemos hacerlo en las dos alas, si lo hacemos sólo en una el loro podría darse golpes peligrosos porque estaría completamente desequilibrado.
Este es el tipo de corte más apropiado para la mayoría de las especies y, especialmente, para todas las que tengan alas largas y estrechas como Ninfas, Cacatúas Rosas, Aratingas, etc. Esta opción tiene la ventaja de que el loro queda completamente equilibrado, y aunque pierde prácticamente su capacidad de vuelo puede controlar la caída a la perfección. Gracias al recorte de las alas podemos adiestrar mejor a nuestra mascota para entablar una buena relación con ella y evitar los numerosos peligros dentro y fuera del hogar.