Las chinchillas viven en la naturaleza en grupos de hasta cientos de individuos, cobijándose en cuevas de zonas rocosas. Son ágiles y tranquilas y saltan gracias a sus patas largas de roca en roca, utilizando la cola como estabilizador de su movimiento. Por eso, cuando las tengamos en casa deberemos proporcionarle una jaula alta y amplia para que pueda realizar estos movimientos con libertad.
Podemos mantenerlas en pareja, macho y hembra, pero no es tan fácil conseguir que críen en cautividad como sucede con otros roedores.
La chinchilla es un animal de larga vida reproductiva, ya que puede engendrar hasta los doce años. Las hembras tienen como promedio dos embarazos al año, con dos gazapos en cada uno.
Lo madurez sexual se alcanza a los 6 meses en las hembras y a los 9 en los machos. La hembra tiene su período de celo cada 28 días, con una gestación muy larga de 111 días (unas 16 semanas).
Los partos son rápidos y generalmente sin complicaciones. Los bebés nacen totalmente desarrollados, cubiertos de pelo, ojos abiertos y correteando o los pocos minutos por la jaula. Las hembras pueden quedar nuevamente preñadas dentro de las 48 horas posteriores al parto.
El celo dura entre 30 y 50 días, hay un periodo fértil inmediatamente tras el parto y, si no hay cubrición en ese momento, a los 40 días del parto. Para saber si una chinchilla está en celo hemos de fijarnos en la vulva, que durante el celo está más abierta, pero no aumentada de tamaño, y presenta moco en su interior, y en el color de la zona próxima a la vulva, más rosado o rojizo.
La gestación dura 111 días como media y en cada camada, en el caso de las chinchillas domésticas, suelen nacer 2 crías aunque pueden ser hasta 6 y suele haber por lo general más machos que hembras. Las estirpes usadas en peletería y con fines laboratoriales suelen parir más crías y haber mayor número de hembras. Aunque las chinchillas no construyen nidos en ocasiones podemos aportarles uno y lo aceptan de buen grado, en ese caso podremos aplicar una fuente de calor segura al nido para evitar hipotermia en las crías, sobre todo en los primeros días tras el nacimiento. Las chinchillas, al igual que las cobayas, son placentofágicas, es decir, comen la placenta tras el parto. Si observamos las “manos” y el morro de la chinchilla manchados de sangre tras el parto esto quiere decir que da finalizado completamente.
Las crías son precoces: pesan de 30 a 50 gramos al nacimiento, están totalmente cubiertas de pelo, poseen dientes y tienen los ojos abiertos, son capaces de andar una hora después de haber nacido.
Las chinchillas maman de la madre estando ésta incorporada, es decir, no se tumba para que las crías mamen. En caso de ser necesaria lactancia artificial (p.ej. por abandono o muerte de la madre) es necesario alimentar a las chinchillas con leche artificial (marca KMR-Pet Arg) cada 3 ó 4 horas (por las noches sólo 1 ó 2 veces) durante 4 días. A partir de los cuatro días podemos dejar de alimentar por las noches e ir espaciando las tomas durante el día. Las chinchillas comienzan a alimentarse con comida sólida a partir de la primera semana de vida y el destete completo es a las 6 u 8 semanas. Es necesario que las crías tengan comida suficiente en un espacio lo suficientemente amplio como para que puedan comer todas a la vez, de otra forma puede haber peleas entre las crías.
Fuente: Purina y www.cvmadridexoticos.com