El corazón de nuestra mascota puede mostrar signos de debilidad y los primeros síntomas aparecen cuando apreciamos que el animal está cansado, tose y respira con dificultad incluso en reposo. Si no controlamos la salud cardíaca de nuestra mascota, se puede producir una hipertensión pulmonar que derive en un edema y provocar un síncope.
Si hemos apreciado que nuestro animal tiene estos síntomas, es recomendable llevar a la mascota al veterinario para que le realice un examen cardíaco. Lo primero será auscultar el corazón para ver si el animal tiene soplos o el ritmo cardiaco alterado. Para buscar la causa es necesario un electrocardiograma, ya que registra la actividad eléctrica del corazón, y también una radiografía de tórax.
Para cuidar al animal en caso de que efectivamente sufra problemas en el corazón, debemos proporcionarle un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, algo de ejercicio y supervisión médica.
Existen razas de perros con más propensión a sufrir problemas de corazón, como son las razas pequeñas, cardiopatía valvular es la enfermedad más común que pueden sufrir, y que consiste en un desgaste de las válvulas del corazón al envejecer dado el latido rápido. En el caso de los perros grandes, cuando se vuelven viejos pueden presentar microcardiopatias debido a una condición en el músculo del corazón que afecta el latido. Otras menos comunes son las cardiopatías congénitas y la filaria, provocada por un gusano que se instala en el corazón.
La alimentación también es fundamental para el cuidado del corazón, por eso deberemos darle a nuestra mascota una dieta equilibrada baja en sal, con carne de calidad, verduras, vitaminas y ácidos grasos Omega 3 y Omega 6.