También los perros pueden ganar unos kilos de más, sobre todo al envejecer y hacer menos ejercicio. Hay que vigilar esto ya que un perro con sobrepeso puede desarrollar diabetes, problemas cardíacos y respiratorios, artrosis, incluso trastornos del comportamiento.
Desde Purina nos recomiendan que para poder quitar esta grasa superflua a tu perro debes aumentar su gasto energético (más ejercicio) y reducir el aporte energético (alimentación menos calórica).
Recomendaciones
Así pues, estos expertos nos dicen que habrá que empezar por disminuir las comidas principales de un 10% a 15% durante dos semanas. Podemos dividir la comida en varias raciones más pequeñas para reducir el tiempo que tu perro está sin comer y para seguir con precisión lo que le das de comer. También se recomienda pesar cada vez la cantidad de alimento que pones en el comedero para evitar que con el tiempo pongas de más. La ración recomendada en el envase es una indicación basada en un perro medio. Las necesidades particulares de un perro pueden ser superiores o inferiores a la media.
Pasados quince días, habrá que verificar de nuevo el peso de tu perro y continuar el régimen hasta alcanzar el peso ideal. A veces hacen falta varios meses para rectificar un aumento de peso considerable, por lo que hay que tener paciencia. Una vez logrado, deberás adaptar ligeramente las cantidades de comida para estabilizar el peso de tu perro.
Nunca hagas pasar hambre a tu perro para que pierda peso más rápidamente. No es prudente reducir el aporte alimentario más de un 15% porque tu animal no obtendría el equilibrio correcto en vitaminas y minerales esenciales y correría el riesgo de ponerse gravemente enfermo.
También puedes plantearte dar a tu perro una alimentación baja en calorías especialmente concebida para ello. Las dietas bajas en calorías son menos concentradas y contienen menos grasa. Por lo tanto, no debes reducir la cantidad de comida. Además, de esta forma estas seguro de que tu perro sigue recibiendo las vitaminas y los minerales esenciales en las proporciones correctas. Una vez alcanzado el peso ideal, puedes volver a una variedad estándar para perros adultos, aunque es más prudente mantener una alimentación baja en calorías a lo largo de su vida adulta. Los alimentos light también son ideales para los perros menos activos que no requieren un aporte energético importante en su alimentación.
Para favorecer la pérdida de peso, intenta limitar los snacks y las golosinas. No hace falta dejar de dárselo de golpe, pero escoge las opciones menos calóricas. Si le ofreces golosinas, piensa en reducir ese día la cantidad de alimento que tome para compensarlo. Sigue siempre las indicaciones del envase en cuanto al número máximo de golosinas por día. Mantén a tu perro fuera de la cocina (sobre todo cuando cocines) y del comedor, lejos de las tentaciones.
Aumentar la cantidad de ejercicio de tu perro es sencillo y puede ayudarle a quemar los kilos superfluos. Añadir 10 minutos de paseo o 20 minutos de juego cada día no solo tiene la ventaja de pasar más tiempo con tu perro, sino que también puede ser beneficioso para ti. Asegúrate de que el tipo de ejercicio sea enérgico y que el ritmo cardíaco de tu perro aumenta. Sin embargo, evita practicarlo cuando la temperatura exterior es muy elevada, ya que correría el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Antes de imponer un programa de adelgazamiento a tu perro, siempre es útil consultar al veterinario. Además de ayudarte a elaborar un régimen adelgazante adaptado a tu animal, tu veterinario podrá seguir sus progresos y aportar su apoyo en el transcurso del régimen.