El terrario es el lugar donde nuestra tortuga vivirá y por eso deberemos darle un hábitat lo más natural posible. Lo primero que tienes que hacer es conseguir un tanque lo suficientemente grande para que la tortuga quepa cuando crezca. Sus dimensiones deberán ser unas tres o cuatro veces la longitud de la tortuga, el doble de su anchura y entre 1,5 y dos veces su altura. Además, los expertos recomiendan que sea de plexiglás, porque el vidrio normal puede deslumbrar a nuestra mascota.
Cuando prepares al agua, es recomendable no obstruir esa zona para que la tortuga nade con libertad y no choque con la decoración, para ello, ubicaremos los adornos en las esquinas y cubre los filtros o cualquier otro elemento del terrario.
Además de la zona con agua, deberemos habilitar un área seca para que la tortuga tome el sol y descanse; puede ser de acrílico, vidrio, madera gruesa, plástico, o una piedra grande. También evitaremos bordes afilados o adornos que bloqueen su camino entre la zona seca y la húmeda.
Ya que la tortuga pasará mucho tiempo en el agua, ésta se ensuciará lo que puede provocarle ciertas enfermedades si no la mantenemos limpia. Expertos recomiendan hacer el cambio de agua cada 45 días y, mientras, podemos tener el agua limpia con un sistema de filtración. También se puede añadir una cucharada de sal por cada litro de agua, así se evitarán bacterias dañinas y enfermedades de la piel.
El hábitat natural para la tortuga
Siempre tenemos que tener presente que el terrario que acondicionemos deberá asemejarse lo más posible a su hábitat natural, por lo que deberá ser acogedor y sencillo para que nuestra tortuga viva feliz.
Al terrario podremos añadir adornos, siempre lavados y esterilizados si los recogemos por ahí, como grava, plantas, conchas y piedras, y evitando elementos puntiagudos y demasiado pequeños para que no se los trague. Existen decoraciones especiales que podemos adquirir en tiendas.
La iluminación también es muy importante, ya que a la tortuga le gusta tomar el sol y también deberemos colocar alguna luz de calefacción que instalaremos en la zona seca del terrario. La tortuga debe recibir también rayos UV de luz para metabolizar el calcio.
Finalmente, ubicaremos el terrario lejos de alguna ventana, porque aunque la tortuga necesite luz del sol no es recomendable que le de de forma directa porque las algas crecerán más rápido y habrá que cambiar el agua más frecuentemente.