Muchos hogares ya conviven con aves exóticas como puede ser el tucán, un pájaro característico por su gran y espectacular pico. Además de por su forma también es llamativo por su colorido y se convierte en la principal herramienta de estas aves.
El tucán tiene un estómago muy pequeño y lleva a cabo la digestión por absorción, lo que hace que llegue a expulsar la comida en media hora. Por eso, el tucán debe ingerir alimentos ricos en agua o solubles, y diluido en agua para facilitar su proceso de digestión.
Frutas como manzana, pera, plátano, pera o kiwi, y verduras como zanahoria y pepino forman parte de la dieta básica del tucán, dieta que podremos complementar con larvas, polluelos o reptiles, que aunque el animal los consigue con facilidad en la naturaleza, no será tan fácil para nosotros proporcionárselos.
La adaptación al hogar
Si decidimos apostar por un tucán como mascota le construiremos una jaula acorde a sus dimensiones y sus necesidades. Son animales que provienen de selvas y bosques tropicales, aunque su adaptación al hogar se hace con éxito.
La jaula será fuerte ya que debe resistir que el ave afile su pico, una práctica que le gusta mucho al tucán, además de que está muy acostumbrada a trepar por ramas. Lo mejor es elegir un tucán pequeño al principio, hay más de 40 especies y cada una tiene unas características distintas.
Cuidados básicos
La higiene es un punto que debemos extremar ya que con eso incrementamos su calidad de vida. Debe estar a salvo de bacterias, parásitos e infecciones con una limpieza periódica y cuidadosa de la jaula.
Para ello, realizaremos una desinfección global del hogar de nuestro tucán, con productos que previamente comprobemos que no son nocivos. También el mismo animal tiene técnicas de autolavado y se desparasita de forma eficaz.
